- Cuando todo parece en orden, el terror ataca de nuevo.
La historia del Nopperabó fue introducida en Japón durante el período Meiji por el orientalista greco-irlandés Lafcadio Hearn, quien más tarde se nacionalizaría japonés y sería conocido como Yakumo Koizumi. Lafcadio estudió los relatos de fantasmas y monstruos tradicionales japoneses y los usó para crear varios recopilatorios de cuentos, en el que destacan algunas criaturas como el ‘Mujina’ o el ‘Nopperabó’.
El Nopperabó es un monstruo que deja huella entre quienes lo ven. A diferencia de otros monstruos que tienen muchos ojos, largos colmillos, cuello largo, etc. Que son características que pueden encontrarse en la naturaleza, un ser de rostro vacuo no es algo que pueda encontrarse fácilmente. Este hecho le proporciona al Nopperabó un aura de ser ultramundano y, por tanto, terrorífico.
Hoy en día cuesta imaginarse un monstruo de las características del Nopperabó deambulando por el atestado y siempre ajetreado barrio portuario de Tokio, sin embargo, durante la era Edo, fue un lugar oscuro y sombrío, propenso a este tipo de historias.
- ¿Es el Nopperabó una especie de Mujina?
Finalmente, señalar que no hay que confundir el Nopperabó con el Nuppebó, un monstruo en el que cabeza y cuerpo se funden para dar lugar a una especie de patata con brazos, piernas y cara.